Desde el momento en que nos embarcamos en la creación de una imagen o escena gastronómica, consideramos cuidadosamente cada elemento que la compone. La iluminación, por ejemplo, es una de las partes cruciales para capturar la frescura y la vitalidad de los ingredientes. La interacción entre la luz y las superficies de los alimentos puede transformar por completo su apariencia, resaltando su textura y resplandor natural. Ya sea la luz cálida y dorada que evoca una escena acogedora al atardecer o la luz brillante y blanca que acentúa la pureza de los ingredientes, seleccionamos meticulosamente la iluminación para cada ocasión.

Los utensilios que elegimos para acompañar los platos también tienen un papel fundamental. Un simple cambio en el tipo de cuchillo, tenedor o plato puede alterar la percepción del espectador sobre el tipo de comida y el ambiente en el que se sirve. Si buscamos una escena rústica y hogareña, optamos por utensilios de madera y cerámica que transmitan autenticidad. En cambio, si el objetivo es una experiencia culinaria moderna y elegante, optamos por elementos minimalistas y vanguardistas.

La elección de la silla y el entorno en el que se ubica la comida también juega un papel esencial en la narrativa que intentamos comunicar. La selección de una silla acolchada en un ambiente acogedor puede sugerir una comida reconfortante y relajante. Por otro lado, una silla contemporánea en un entorno elegante puede indicar una experiencia gastronómica sofisticada y vanguardista. Los colores que rodean la escena también son seleccionados cuidadosamente para crear una armonía visual que complemente los platos, ya sea a través de la combinación o el contraste.

Pero no solo nos detenemos en los elementos tangibles. Reconocemos la importancia de los elementos intangibles, como las emociones y las sensaciones. El uso de texturas en la comida y en los materiales que la rodean puede evocar sensaciones táctiles y visuales. Utilizamos la textura crujiente de un pan recién horneado para evocar una sensación de frescura y autenticidad. Las telas que elegimos, ya sea un mantel suave y sedoso o una tela áspera y rústica, añaden otra capa de profundidad sensorial, despertando un sentido del tacto virtual en la mente del espectador.

En DStudioBCN buscamos capturar momentos efímeros y crear una narrativa que permita a los espectadores sentir que son parte de la escena. Cuando trabajamos en contenido digital, nuestro objetivo es hacer que el espectador sienta el aroma tentador de la comida y el murmullo suave del ambiente. En el caso de imágenes para cartas de menú, deseamos que los clientes sientan una conexión emocional con los platos incluso antes de probarlos. Y al diseñar nuevos envases, queremos que los consumidores sientan la promesa de calidad y sabor que aguarda dentro.